Tras hacer un breve balance del entorno empresarial de 2017, Proyecto Ítaca destaca seis acciones esenciales que se deben tener en cuenta este año que comienza para obtener los mejores resultados de negocio posibles… ¡Bienvenido 2018!
Si bien la economía colombiana en 2017 tendió a ralentizarse, sí hubo crecimiento. Claro, cada empresario o emprendedor habla según cómo le fue en la fiesta que termina. Sabemos de primera mano que cinco de las más grandes empresas del país crecieron y al cierre de año van a marcar una rentabilidad mejor que la del año anterior. En nuestro caso, Proyecto Ítaca obtuvo el crecimiento y la rentabilidad más altos de toda su historia.
Sin embargo, la economía estuvo apretada aunque al final del año se presentó una importante subida del petróleo que nos augura mejoras para el año entrante. Todo el año, como generalmente sucede, estuvimos dependiendo en alta medida de ese recurso. A muchas compañías no les fue como otros años, pero aún así lograron salir adelante.
¿Qué nos depara 2018?
Las proyecciones siguen siendo no tan halagüeñas debido a la influencia de factores importantes como la ley de garantías, el asunto electoral y los tropiezos de la inversión extranjera debido a la dinámica de la paz, entre otros.
Es cierto, las cosas no pintan tan bien, pero es justo ahí que aparece la primera clave para tener en cuenta: convierta los obstáculos en oportunidades. Cuando las economías no tienen las mejores proyecciones, se generan muchas oportunidades para valorar y revisar el trayecto. En ese sentido, se recomienda ser mucho más eficientes y cuidadosos con la gestión de costos, y más precisos en las proyecciones financieras. Además, frente a panoramas de emprendimiento y negocio no tan despejados, las herramientas tecnológicas y la transformación digital toman una fuerza interesante en el camino.
En la tarea por mantener una buena oferta de valor de producto, y en la búsqueda de impactar otros nichos de mercado, se tiene que salir con productos mínimos viables que no se demoren años o meses. Ahí es cuando la palabra clave es diversificar, tanto los productos como los servicios. Sí, quizás es hora de pensar de manera innovadora y no tomar tanto tiempo en replantear la oferta. Más bien se sugiere darle una vuelta de tuerca a los productos para que penetren nuevos mercados, e irlos probando y reajustando en periodos o ciclos muy cortos para probar el resultado. Una economía lenta no es compatible con procesos largos.
Siempre será consejo de oro mantener una administración y gestión financiera impecables. Más aún en épocas de vacas flacas, el foco debe estar en la revisión de costos, una buena proyección financiera para el final de 2018, y en preveer cómo va a terminar el año, pero sobre todo en no parar: despacio pero sin pausa. Y, por supuesto, como siempre enfatiza Proyecto Ítaca: no quitar el foco de la estrategia comercial.
La sexta clave para este nuevo año, que aplica siempre y para todo en la vida, es no perder la pasión. Es lo único que no se puede perder. Justamente en los momentos más difíciles es cuando tiene que aflorar del talento humano toda la energía positiva. No hay espacio para llorar. Límpiese las lágrimas rápidamente y retome la pasión en lo que hay que hacer. Puede perderse todo, pero no la energía interna para sacar las cosas adelante. La verdadera fuerza está ahí.
Suena reiterativo, pero bien vale la pena grabárselo: si desaparece la pasión, lo demás va a fallar. Así que procure tener serenidad para asegurar la gestión a largo plazo y mantenga una gestión financiera impecable, una propuesta de valor que realmente cautive a los clientes, haga vueltas de tuerca en su estrategia comercial, rodéese de un equipo que tenga ganas, motívelo y plantéense metas inspiradoras.
¡Feliz año 2018!
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