Propender por un buen clima organizacional es invertir en bienestar y buen desempeño emocional y físico de las personas. Todo sumado repercute sin duda en una mayor productividad. Estos son 10 factores que más influyen en el clima, según la experiencia de Periplia.
Mucho se habla de clima organizacional pero atérricemos en concepto. Un buen clima se traduce en un lugar grato para trabajar en relaciones sanas y agradables entre todas las personas; en confianza, credibilidad y aprecio por el jefe; en un ambiente cálido y respetuoso para pasar la mayor parte del tiempo de nuestra vida; en la sensación de reconocimiento y de estar aportando a la empresa; en gratitud y cariño hacia la organización de la cual uno forma parte.
Tan sencillo como que los medidores del buen clima de una compañía son las sonrisas, las palabras amables, los ambientes de trabajo tranquilos, las risas, las ganas de llegar en la mañana a empezar el día, las alegrías por los logros en equipo y las certezas de que todos los miembros de un grupo son importantes para el desempeño del engranaje completo.
Una organización es un sistema y depende del óptimo funcionamiento de cada una de sus piezas para lograr los objetivos. De ahí que el clima organizacional debe ser una de las metas prioritarias de la alta dirección y del equipo de recursos humanos para, en términos generales, construir el mejor lugar de trabajo. Y de ahí, por lógica, solo pueden esperarse grandes resultados y una enorme productividad.
Son muchos y muy disímiles los factores que afectan el clima laboral… no pierda de vista ninguno:
1. El Jefe. Un buen jefe (un liderazgo positivo) influye en la motivación de los colaboradores para ir a trabajar, regla simple.
2. Los valores. Unos valores claros que sean parte del comportamiento de los directivos generan confianza en los colaboradores.
3. Equipo encaminado a la misma meta. Trabajar en equipo, orientados hacía un mismo objetivo, sin lucha de egos, así las cosas evidentemente funcionan mejor.
4. Trabajo con sentido. Es clave que lo que cada uno hace tengo sentido dentro del todo, que cada persona sienta que aporta y que su aporte es reconocido y retribuido.
5. Engranaje entre áreas. Un engranaje sano, amable y de cooperación entre los distintos departamentos también suma.
6. Autonomía. Que cada uno se sienta autónomo en su ámbito de acción para aplicar sus conocimientos, ejercer sus funciones y aplicar sus responsabilidades.
7. Relaciones humanas fluídas. Cuando las relaciones interpersonales son francas, sanas y fluyen, aportan una gran dinámica a la empresa.
8. Recompensas adecuadas. Que cada cual reciba un salario justo y apropiado, así como otros incentivos y la posibilidad de aprender y crecer.
9. Desafíos. Generar un clima competitivo y sano que se transforme en una ruta de superación constante para cada empleado, lo que conlleva a mantener una autoestima estable y generar procesos de mejora continua.
10. Sentido de pertenencia. Ser valorado, ser escuchado, desarrollar un intenso sentido de pertenenecia al equipo de trabajo y a la empresa, amar lo que se hace… ¿Qué más razones para soñar cada mañana de camino a la oficina?
*Crédito de la imagen: Diseñado por Freepik