“La felicidad es una actitud. Nos hacemos nosotros mismos desgraciados o felices y fuertes. La cantidad de trabajo es la misma.”
– Francesca Reigler –
Llegó diciembre y es hora de empezar a plantearse nuevos retos y objetivos para el próximo año. También es el momento propicio para hacer un balance de fin de año que le permita establecer en qué medida cumplió con sus objetivos y qué cosas faltaron por alcanzar.
Esta temporada es perfecta para cerrar ciclos y hacer cambios. Lo primero es analizar qué tan pleno se siente en su vida laboral. Si en algún momento durante este año pensó en cambiar de trabajo o en poner la primera piedra para crear su propia empresa, bien vale la pena preguntarse: ¿Soy feliz en mi trabajo, empleo u ocupación? ¿Soy feliz haciendo lo que hago? ¿Qué me hace falta para estar mejor? ¿Qué me hace feliz de mi trabajo y deseo mantener?
Estas reflexiones constituyen el primer paso para hacer la planeación de 2018. Es necesario que empiece a establecer esas pequeñas cosas que lo hacen disfrutar de su trabajo, de su quehacer diario, y así mismo identifique aquello que le gustaría cambiar o mejorar para ser más feliz. Esta última es la palabra clave.
Quizá haya notado que en los últimos años la atención de las empresas se concentra en hacer felices a sus empleados, en promover un ambiente de respeto y desarrollo, en aprovechar el máximo potencial de los colaboradores y compensar con estrategias de salario emocional los esfuerzos de las personas en la organización. Se ha descubierto que y que existe una correlación entre motivación y felicidad: a mayor motivación mayor felicidad y viceversa.
Ahora bien, si respondió a las preguntas dos párrafos arriba, esas respuestas serán el insumo para su planeación del nuevo año. Recuerde que todo objetivo requiere de un plan, aquí le comparto unas cortas recomendaciones que le serán de ayuda para definir su nivel de felicidad en el trabajo y para planear su 2018 en el aspecto laboral:
• Evalúe qué tan motivado se siente al pensar en su día a día.
• Identifique qué cosas disfruta de su trabajo y determine de quién dependen esas cosas, si de su empresa (el café de la mañana) o de usted (la música con la que empieza el día).
• Haga una lista de los aspectos que considera hacen mejor su día y le gustaría mantener en 2018.
• Haga una lista de las cosas que no le resultan tan agradables de su trabajo y quisiera cambiar en 2018.
Hasta este punto, y dependiendo del número de cosas en cada lista, usted puede empezar a analizar qué tantas cosas le gustan o qué tantas le molestan de su trabajo y cómo esas cosas pueden incidir en sus emociones y en su felicidad cotidiana.
• De la lista de cosas que desee mantener, elija las más importantes y describa qué puede hacer para mantenerlas y fortalecerlas. Es importante que establezca fechas y objetivos claros.
• Del listado de las cosas que no le resultan tan agradables, o que sencillamente no le gustan, haga el mismo procedimiento pero describa dos o tres estrategias para hacerles frente y cambiar esos asuntos o situaciones que afectan su felicidad en el trabajo.
• El hecho de que pueda escribir acerca de las cosas buenas y las cosas no tan buenas, le permite identificar esas situaciones, personas, eventos, etc., que impactan en su estado de felicidad, que le ayudan a sentirse motivado o que por el contrario le quitan energía y voluntad. Además, el ejercicio de identificar qué tanto control tiene sobre esas cosas, le va a ayudar a entender en qué medida dependen o no de usted.
La felicidad no es un estado completamente Zen, en el que no existen dificultades o pesares, la felicidad puede ser su actitud frente a la complejidad, un entendimiento acerca del control que usted mismo puede ejercer sobre ciertas cosas y su comprensión hacia la realidad latente en la que vive.
En cuanto al aspecto laboral, la felicidad se convierte en la manera más eficaz en la que usted puede amar su trabajo y sentirse pleno, porque simplemente entiende su propósito en la empresa. Si usted no entiende ese propósito, quizá sea momento de un cambio. Así que adelante, recuerde que la felicidad se construye desde su interior y con su actitud: ¡salga a conquistar el mundo!
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