Tendencias Globales de Gestión Humana 2017, de Deloitte, es una radiografía del actual entorno laboral “digitalizado”
El mundo digital, en el que cada vez estamos más imbuidos, ha transformado todos los aspectos de la vida. Este cambio radical no excluye a los negocios y a las organizaciones, y sus formas de organizar, motivar y alinear a sus trabajadores. Los principales cambios que impactan a las fuerzas de trabajo y su compromiso en este siglo XXI fueron analizados por el más reciente informe de Deloitte: Tendencias Globales de Capital Humano 2017.
Los resultados de esta encuesta, que involucró 10.000 líderes de empresas y recursos humanos de 140 países, terminaron por obtener un título muy significativo: Reescribiendo las reglas para la era digital. En pocas palabras, este estudio invita a las organizaciones a hacerse conscientes de los enormes desafíos que genera este mundo que hoy cambia diaria y vertiginosamente impulsado por el desarrollo tecnológico.
La fuerza laboral hoy es más diversa, digital, global, automatizada y hábil en las redes sociales. Esto representa un desafío para muchas organizaciones, pero otras tantas lo ven claramente como una oportunidad para re-pensar sus dinámicas de recursos humanos y retención de talento humano. Es momento para crear nuevos procesos e instrumentos de gestión humana, alineados a la marea de cambios digitales que nos envuelve inevitablemente.
Se abre, sin embargo, una brecha entre la productividad de los negocios y el progreso tecnológico. En este contexto, el informe identifica 10 tendencias principales. Aquí algunas de ellas que implican un fuerte llamado a la reflexión…
Resulta necesario y urgente que las organizaciones se reconstruyan a sí mismas, ese es el punto primordial de todo el cambio. Las palabras clave son ecosistemas organizacionales, estructuras de redes y equipos, y agilidad.
Lo que llamamos ´carrera´ se ha transformado por completo. Hoy está íntimamente ligado al estar aprendiendo de forma continua, a nunca detenerse en la obtención de nuevas habilidades y conocimientos, a permanecer en proceso de crecimiento profesional (y por ende personal). Adiós a las carreras estáticas.
El tercer punto de reflexión tiene que ver con encontrar y contratar a las mejores personas posibles para cada puesto de trabajo. Hoy la adquisición de talento se hace a través de redes sociales, analíticos, plataformas y tecnología de herramientas cognitivas. Una revolución radical para el reclutamiento.
Hoy debe primar la experiencia del empleado. Las organizaciones voltean a mirar las necesidades del trabajador y generan para él el ambiente más adecuado y agradable -rediseñan los lugares de trabajo, crean programas de bienestar y sistemas de productividad-. Palabras clave en este punto: cultura y compromiso.
Conforme cambian las organizaciones y sus modelos digitales, surgen nuevas formas de liderazgo. Se buscan líderes que funcionen en redes y que sea más jóvenes, ágiles y digitales; que a todo nivel sean sinónimo de diversidad. Diversidad, palabra esencial en este nuevo universo digital.
Una empresa totalmente ´digitalizada´ implica un área de recursos humanos líder en organización digital, es decir, en el desarrollo de entornos y fuerzas laborales digitales. La tecnología cambia, radicalmente, la forma de trabajar y las relaciones laborales.
En el mundo laboral cada vez se hace más relevante contar con datos certeros sobre el equipo humano. La analítica de talento hoy constituye una disciplina de negocio que apoya a las operaciones, al área financiera y también la tarea de adquisición de talento. El verdadero desafío no está en la obtención de información, sino en su inteligente y eficaz capitalización.
En contraste con un mundo cada vez más robotizado, conectado y digitalizado, se torna urgente dar el valor a la persona en el ambiente laboral. Atrás quedan las jerarquías piramidales y la concepción del empleado estático como un número de la nómina. Se abre la puerta a una economía abierta al talento.
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