Vacaciones, es sin duda la palabra más feliz para todos los que somos empleados. Tras días de estrés, largas jornadas, duras madrugadas y fuertes trasnochadas, hay un espacio de relajación en el que se busca que la cabeza se centre solamente en descansar y recargar energías para volver a las labores con más ganas.
Las vacaciones son un derecho pero también un deber.
Esos 15 días anuales de descanso son un derecho, pero también una responsabilidad personal. Las empresas tienen un compromiso visible: deben propender que sus trabajadores tomen vacaciones, y son responsables de permitir que realmente el descanso sea el apropiado.
Las preocupaciones existentes para cualquier trabajador antes de tomarse unos días de relajación desaparecen con una buena organización y planeación. El conocimiento de su labor, la experticia y previsión de las eventualidades, le darán la ventaja de estar tranquilo mientras su ausencia. Para ello, concientice a los integrantes de su empresa, sobre el valor del conocimiento y la responsabilidad compartida. Asimismo, un buen líder trabaja de manera adecuada cuando todo su equipo sabe qué temas se están desarrollando, qué personas pueden resolver un problema o tomar una decisión clave.
Comunicar es lo primero.
Una herramienta importante para poder prever la salida a vacaciones de los miembros de la compañía, es la comunicación permanente. Hablar y establecer acuerdos, permitirá que las tareas diarias, las acciones pendientes y las posibles eventualidades que se presenten, se solucionen de manera más fácil y sin generar mayores traumatismos.
En los cargos de alta responsabilidad, que tienen un trato directo con clientes u otros líderes, por ejemplo, debe hacerse formal la existencia de un líder encargado. Todos dentro de la compañía, deben conocer quién tendrá sobre sus hombros las decisiones como cabeza visible.
Escriba los temas pendientes.
Hacer un documento de empalme y compartirlo con todo el equipo, es una manera muy sencilla para tener claridad de actividades y tareas pendientes; en este, podrá decirle a sus trabajadores que espera de ellos, que tiempos hay para entrega de informes y demás. No olvide un detalle casi imperceptible que puede alterar los ánimos de todos en la oficina: dónde pueden ubicar información importante como carpetas, documentos, etc.
Delegue con claridad.
Elaborar un comunicado vía mail con respuesta automática, para informar a clientes y proveedores sobre su ausencia, es otra opción. En ese mismo correo, podrá contar a estas personas, quién estará al mando o con quién podrá tener contacto en caso de necesitarlo.
Existen casos particulares que ameritan un trato especial. Si usted está ligado a cargos administrativos, o es representante legal de la compañía, asegúrese de dejar un asistente que tenga las facultades, capacidades o conocimiento pleno en aspectos legales y/o jurídicos para conocer los códigos de pago de nómina, representar a la compañía mediante una firma, ante clientes, bancos o entidades que lo requieran, por citar algunos ejemplos.
Prográmese con anticipación.
Cada compañía tiene sus ciclos de negocio y manejos distintos. Entender estos procesos le puede ayudar a programar sus vacaciones de manera adecuada, pensando siempre en la productividad. Haga un análisis profundo para tomar u otorgar días de descanso en momentos precisos, que no alteren el normal funcionamiento de la empresa. Visualice los picos altos de producción y organice los descansos de su equipo en torno a esas decisiones.
Disfrutar debe ser su única responsabilidad.
Desconectarse en las vacaciones es fundamental, por ningún motivo permita que su descanso se vea interrumpido por llamadas o correos. Por supuesto, existen decisiones y momentos de extrema presión o urgencia que merecen de su opinión, así esté al otro lado del planeta, sólo en ese caso fortuito, tenga contacto con su realidad laboral. Es bien conocida aquella regla de oro que indica que si uno busca a un miembro de su equipo durante este periodo sabático, es solo por un caso extremo, de lo contrario, deben respetar su privacidad y tiempo libre.
Es un beneficio también para la empresa.
En cualquier caso, la salida a vacaciones hace que la gente sea más feliz y productiva. El mensaje más fuerte que puede dejar, es que una organización se mide por el liderazgo que tiene cuando su equipo se va a descansar con toda tranquilidad, planeación anticipada, y las tareas continúan sin problemas. El descanso renueva las ideas. Por esto no dude en promover que su equipo salga a vacaciones.
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